Sin el más mínimo respeto por la vida, los choferes de las custers y combis de transporte público son capaces de pisar el acelerador a toda velocidad, ir contra el tráfico, y realizar maniobras temerarias, con tal de ganar unas monedas más, ya que se creen amos y señores de las calles en lima, donde las pistas son para ellos una selva sin ley.
Las llamadas camionetas rurales o combis ya aparecían por las calles de la emergente Lima en la década de 1970 y 1980, pero fue desde los 90 en que su presencia se masificó, debido a un Decreto Legislativo N° 651, que estableció la libre competencia en las tarifas del transporte urbano y autorizó a personas naturales y jurídicas a prestar el servicio “en todo tipo de vehículos automotores, salvo camiones y vehículos de dos ruedas”, pr lo que empezaron a ingresar más vehículos y se les fue asignando rutas, intentando así satisfacer las necesidades de viaje de los ciudadanos.
Con una población tan grande como la limeña, el transporte público se hace más que necesario, pero lo cierto es este es deficiente, desordenado y presenta más de un desafío diario ya que las avenidas y calles de la capital se ven pobladas de microbuses antiguos y modernos, el Metropolitano, vehículos conocidos como custers y las inefables combis.
Por esta situación todos los cuidanos esperamos que las autoridades pongan mas atención a estos choferes que muchas veces son una amenaza al volante, por esto Buenos Días Perú seguirá recorriendo los distritos, recogiendo las denuncias de los ciuddanos, para alertar y evidenciar esta situación que deben cambiar.