Es un proyecto que hasta el momento no tiene cuando despegar. La segunda pista del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez no puede culminarse por trabas como la expropiación de un solo terreno. Esto ha provocado una serie de inconveniente.
Y es que en este problema se han visto envueltos el Ministerio de Transportes y la familia dueña de las tierras sin sanear. Debido a que estos últimos exigen que se les de un pago justo por el valor del terreno para poder venderlos.
Desde el 2001, el terminal aéreo es concesionado por Lima Aiport Partners pero aún no se ha podido avanzar con los trabajos ya que aún no se ha llegado a un acuerdo para adquirir el terreno de aproximadamente 60 metros cuadrados.
Los más afectados son los pasajeros y turistas que llegan o se van de nuestro país. Algunos tienen que sentarse o echarse en el piso improvisando una sala de espera informal ya que se ha sobrepasado la capacidad del aeródromo.