En San Juan de Lurigancho, comerciantes informales se han adueñado de las principales avenidas y calles, dificultando el libre tránsito del usuario. En horas de la mañana se puede apreciar a algunos vendedores que invaden los puentes. Sin embargo, el panorama es distinto en la noche, ya que la falta de supervisión municipal ocasiona que la vía sea el punto de venta de los ambulantes.
La avenida Chimú es una de las más comerciales del populoso distrito y esto se debe a que los ambulantes se han establecido con sus productos en la zona, generando el malestar de los dueños de negocios formales, quienes consideran inevitable la pérdida de clientes.
Ante esta situación, lo que causa asombro es que las autoridades de la municipalidad del distrito respalden estas actividades. Y es que algunos vendedores aseguraron que a diario pagan un sol a los representantes de la comuna por permanecer en el espacio, bajo el concepto de recolección y disposición final de residuos sólidos.
Cabe señalar que este tipo de acciones también se repiten en el “paradero 10” de la avenida Canto Grande. En esta zona los ambulantes ocupan en su totalidad la pista de la calle 12, la misma que ha sido clausurada al tránsito vehicular a causa de su informalidad.