Durante la madrugada la tapa de un buzón, ubicado en pleno cruce de las avenidas Alcázar y Fernando Arancibia, se elevaba y golpeaba ante la mirada atónita de conductores y transeúntes.
Más de un vecino salió de su vivienda alarmado por el fuerte e incesante ruido. La tapa de acero que pesa aproximadamente 60 kilos, no dejaba de elevarse y caer, ante ello, por precaución se colocaron conos de seguridad alrededor. Un hecho similar también había ocurrido durante la mañana.
Cabe señalar que el caudal del río Rímac se mantiene intenso y elevado luego de haberse desbordado en varias oportunidades seguidas, sin embargo no se ha confirmado que tenga relación con la presión de aire que al parecer empuja fuertemente las tapas de los buzones en este distrito.