Decenas de británicos tuvieron que correr para refugiarse de las intensas lluvias que cayeron sobre Londres. En algunos lugares cayó el equivalente a un mes de lluvias en un solo día.
Las precipitaciones, vientos y tormentas eléctricas paralizaron el tráfico terrestre y lo servicios de trenes.
En el aeropuerto, los vuelos fueron retrasados. En tanto, los bomberos recibieron cientos de llamadas por inundaciones y árboles caídos.
El paso de dos tornados en Francia provocó que los techos de decenas de casas volaran. El fenómeno derribó árboles, dañó la infraestructura de una iglesia y una persona sufrió heridas leves.