En Brasil un jabalí se convirtió en dolor de cabeza de un repartidor de delivery. Cuando el motorizado se encontraba esperando el cambio del semáforo el animal apareció y lo embistió.
Cayó de la moto y corrió pero el jabalí no lo dejaba en paz y el animal siguió atacándolo por varios segundos, que para el hombre eran interminables.
Finalmente el animal se cansó y se fue pero le hizo pasar el susto de su vida.