Todos los esfuerzos por evitar que el barco más grande de la armada iraní se hundiera, fracasaron. En un comunicado, la armada informó que el “Jark” sufrió un incendio aún no determinado durante el martes que terminó por hundir el inmenso armazón.
El suceso ocurrió durante un entrenamiento en el Golfo de Omán, frente a las costas de la ciudad de Jask. El buque era uno de los pocos barcos de la armada iraní que servía para suministrar combustible a otros barcos en el mar, también servía para izar mercancías pesadas y servir de plataforma de despegue de helicópteros.
Afortunadamente, la tripulación fue evacuada y trasladada a la ciudad durante la tarea para apagar las llamas, que finalmente resultó infructuosa.