En Francia, el explorador francosuizo Christian Clot, organizó un inusual experimento llamado “Deep time” (tiempo profundo) donde 15 voluntarios se internaron por 40 días en una cueva fría y húmeda sin teléfonos, relojes o luz solar.
El proyecto busca poner a prueba la capacidad de adaptación de las personas cuando pierden el sentido del tiempo y el espacio. Los voluntarios, siete mujeres y ocho varones entre 27 y 50 años, durmieron en carpas, generaron su propia electricidad a través de un sistema de pedales, y extrajeron agua a una profundidad de 45 metros.
Este experimento tiene una relevancia particular en medio de la pandemia que vive el mundo, pues las medidas restrictivas han puesto a millones de personas en confinamiento, por ello es importante conocer cómo afecta esta situación nuestro sistema nervioso y al cerebro.