Las alarmas se encendieron. Una nueva tormenta de arena tiñó de naranja la ciudad de Pekín, en China. Es la tercera vez en cinco semanas que se desarrolló este fenómeno en el norte de Mongolia.
Se trata de la peor tormenta de arena de los últimos 10 años, aunque desapareció en cuestión de horas. Sin embargo, el fenómeno redujo la visibilidad en toda la ciudad a menos de un kilómetro.
En tanto la calidad del aire indica que excedió 20 veces lo permitido. Cabe resaltar, que durante la primavera las tormentas de arena son frecuentes en Pekín y se deben a los vientos que soplan desde el desierto de Gobi.