El ataúd que llevaba el cuerpo del general iraní Qassem Soleimani fue recibido como como un héroe tras su llegada a Teherán. En el segundo día de su funeral se izó una bandera roja en la mezquita de Jamkaran.
Las expresiones de repudio contra Estados Unidos continúan. El líder del movimiento chiíta libanés, Hezbolá, Hassan Nasrallah, consideró “justo” atacar la presencia militar estadounidense en la región. La hija de Soleimani también pidió venganza por la muerte de su padre.
La fuerte tensión entre ambas naciones, desencadenada tras la muerte de uno de los militares más poderosos de Irán, ha provocado también que en las últimas horas, el régimen persa afirme que dejará de cumplir con el acuerdo que firmó en el 2015, que limitaba su programa nuclear.