En Egipto, su capital El Cairo y algunas de sus ciudades portuarias se vieron afectadas por una gran tormenta de arena, que obligó al cierre de varios puertos.
Ante la alerta de emergencia por el temporal, muchos transeúntes buscaron refugio en edificios cercanos cuando la nube naranja y oscura comenzó a llegar a El Cairo, mientras que otros se protegieron con máscaras quirúrgicas de la arena que traía el fuerte viento.
Cabe indicar que El Cairo y los puertos de Suez, Zeitiyat, Alejandría y Dekheila sufren el embate la naturaleza que obligó a suspender todas sus actividades y a emitir alertas a la población.