En medio de gran expectativa y tras una campaña marcada por las polémicas, Brasil finalmente vio este martes como el derechista Jair Messias Bolsonaro (Partido Social Liberal) se convirtió en el 38° presidente del país.
La ceremonia de investidura contó con un fuerte operativo de seguridad. Fueron unas 500 mi personas las que llegaron a la Explanada de los Ministerios en Brasilia, donde se llevaron a cabo las actividades.
A sus 63 años, este exparacaidista de ultraderecha, nostálgico de la dictadura militar y con un historial de exabruptos misóginos, racistas y homófobos, asumió las riendas del país, de 209 millones de habitantes.
Pese a los críticas tiene legitimidad electoral, obtuvo en octubre pasado más de 57 millones de votos (55%) al derrotar al izquierdista Fernando Haddad, se presentó como el salvador en un país cansado por los escándalos de corrupción, la violencia y la crisis económica.