Garantizaron la seguridad en la explanada de los ministerios, en Brasilia, durante la noche y también parte de la mañana después de las manifestaciones que terminaron en enfrentamientos.
La orden salió del presidente Michel Temer, pero revocó el decreto que autorizaba la salida de los militares a las calles de la capital brasileña, donde se registraron muchas críticas, principalmente aquellas que comparaban la decisión con tiempos de dictadura.
A un día después de los fuertes disturbios que dejaron casi 50 heridos y numerosos detenidos, son más evidentes los destrozos que dejó la jornada de vandalismo.