Terremoto político en el gobierno estadounidense tras el despido de James Comey del FBI. Según Washington, cometió errores en las indagaciones sobre los correos de Hillary Clinton.
Sin embargo, ello no llamaría más la atención, sino el tipo de investigación que lideraba, una en particular: la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales a favor del hoy gobernante de los Estados Unidos, una hecho que empaña a la administración republicana.
Ante esta situación, Donald Trump explicó que Comey no hacía bien su trabajo; sin embargo, los demócratas creen que el motivo pudo haber sido otro. Tras remover de su puesto a Comey, Trump recibió al ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien, ya en otra reunión con el secretario de Estado estadounidense, Rex Tilleron, se mostró sorprendido por el hecho.
Entre los nombres más voceados está el gobernador del Estado de Nueva Jersey, Chris Christie, el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, y el sherif David Clarke.