La ya expresidenta es acusada de haber colaborado con su amiga Choi Soon-Sil, apodada la “Rasputina surcoreana”, para presionar a las grandes multinacionales surcoreanas y que estas firmas donaran fuertes sumas de dinero a las fundaciones y compañías que Choi controlaba.
Park pidió perdón en reiteradas ocasiones por el escándalo pero negó las acusaciones de haber actuado ilegalmente. Sin embargo, el tribunal estimó que la ex presidenta infringió la ley al permitir a su amiga influir en asuntos de Estado.
La decisión unánime del tribunal pone fin a meses de crisis política, con la convocación a elecciones anticipadas en los próximos 60 días. Ahora Park estará obligada a abandonar el palacio presidencial y perderá además su inmunidad como jefa de Estado.