El pánico se apoderó de cientos de personas en el aeropuerto JFK de Nueva York, luego que se reportaran varias llamadas a emergencias alertando de disparos en dos terminales.
La Policía se desplegó por toda el área y obligó a los pasajeros a tirarse al suelo como medida de precaución. Varios se refugiaron bajo los asientos, mientras que otros fueron evacuados.
Las autoridades revisaron todas las instalaciones, pero no encontraron armas de fuego, ni munición, ni siquiera casquillos de balas. Sin embargo cuando empezó la alerta, todos los monitores trasmitían la carrera de Usain Bolt en los Juegos Olímpicos, por lo que sospechan que el disparo de inicio fue lo que escucharon los pasajeros