En Estados Unidos, un joven padre tatuó su cabeza con la misma cicatriz que le quedó a su hijo de ocho años después que se sometiera a una cirugía para extirparle un tumor cerebral.
De esta manera, el hombre encontró la mejor forma de apoyar a su hijo, quien tiene una cicatriz sobre la oreja. La imagen fue compartida en las redes sociales y miles de internautas han celebrado esta noble acción.