Luego de más de 60 días, el grupo yihadista filipino Abú Sayyaf cumplió su amenaza y anunció el asesinato del canadiense Robert Hall, luego que difundieran un video el pasado 8 de abril en el que amenazaban con realizar el crimen.
Se supo que las autoridades del gobierno se negaron a pagar los más de 12 millones de dólares que se exigía por su rescate. A través de un comunicado oficial, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau lamentó el asesinato de Hall y justificó la negativa del gobierno a negociar con grupos terroristas.
Como se recuerda, el pasado 25 de abril, el también canadiense John Ridsdel fue decapitado por los radicales filipinos, ligados al grupo terrorista Al-Qaeda. Con su muerte, Robert Hall, se convirtió en el segundo canadiense ejecutado por los extremistas que además habían amenazado con matar a un noruego y una filipina que estaban su poder si sus países de origen no cumplían con sus exigencias.
