Han pasado 30 años desde la catástrofe de Chernobyl y en la ciudad de Pripyat aún se registran altos niveles de radiación. Cientos de ciudadanos se reunieron para rendir homenaje a las víctimas que dejó la tragedia.
Alrededor de la central nuclear hay un sinnúmero de casas abandonadas, pueblos que alguna vez fueron el orgullo soviético porque los habitaban los trabajadores que construyeron la central.
Como se recuerda, el accidente nuclear ocurrió en 1986 tras una prueba de seguridad fallida en un reactor de la planta atómica que enviaba material nuclear a gran parte de Europa. La nube radioactiva que provocó el desastre se desplazó no solo por Ucrania y Rusia, sino por varios países más.