El Papa Francisco pidió a un grupo de feligreses, entre ellos numerosos ancianos, en la localidad de Ostia, que recen por él porque, según confesó está "un poco mayor y un poco enfermo", aunque "no mucho".
"Doy las gracias al señor porque en esta comunidad se asista a ancianos y enfermos. Os agradezco lo que hacéis por los pobres de Dios y os pido que recéis por mí. Estoy un poco anciano y un poco enfermo, pero no mucho, ¿eh?", refirió.
Estos comentarios se produjeron dos meses después que dijera en una entrevista con un canal de televisión mexicana que "tenía la sensación de que su pontificado será breve, cuatro o cinco años, incluso dos o tres”.
Aunque el Papa goza aparentemente de una buena salud, siempre hay una gran atención sobre su salud, sobre todo después de que su predecesor renunció en 2013 haciendo referencia a su avanzada edad y su fragilidad.