En Sudáfrica una amistad marina saltó a la fama gracias a un documental. Craig Foster, un buceador, encontró un pulpo escondido entre conchas y piedras, en lugar de alejarse, el buceador optó por perseguir al animal.
Por más de diez años el buceador convivió bajo las aguas con el tímido animal. Según relata el documental, la relación surgió en el momento que el Foster pasaba por un momento delicado de su vida, incluso dijo no se sentía motivado para vivir.
Fue cuando decidió sumergirse en aguas frías y terminó encontrándose con su amiga marina. Foster grabó diariamente los momentos que pasaba con el animal hasta darse cuenta de su enorme inteligencia, incluso, asegura que lo aceptó como amigo.