A falta de puestos de trabajo, los comerciantes han tenido que reiventarse para poder sobrevivir a las dificultades que trae la sociedad y buscar otros lugares donde poder continuar su trabajo.
Los comerciantes han elegido los puentes como sus nuevos locales y, a pesar del corto espacio que ofrecen estas estructuras, los vendedores no han tenido problema para instalarse y estar más cerca de sus potenciales clientes.
No solo venden pequeños artículos sino que los comerciantes se han adaptado para poder ofrecer todo tipo de producto o servicio como el de relojería, venta de comida, venta de retratos, entre otros.