Soy puta, y qué? Son las palabras de Ángela Villón una mujer dedicada al trabajo sexual, y luchadora “cuerpo a cuerpo” por los derechos laborales de aquellas vendedoras de placer, que desean trabajar libremente en las calles de Lima.
Como ella cuenta la policía y el serenazgo son los principales violadoras de aquellas féminas que solo desean ganarse el pan con el sudor de su cuerpo. A continuación la “palabra de Ángela”, una trabajadora sexual a mucha honra.