Durante el tiempo que estuvo al aire “Trampolín a la Fama”, se presentaron una infinidad de artistas del momento, pero también diversas personas que deseaban hacerse conocidos por algún talento que presentarían en un segmento del programa conducido por el desaparecido Augusto Ferrando.
En este pequeño espacio llamado 'los espontáneos', algunos lograron tocar la fama. Ese es el caso de un renombrado personaje de la comicidad en nuestro país. Además de causar gracia con sus ocurrencias, lo curioso es que eran ciudadanos de a pie, sin ninguna relación con los medios de aquel entonces.
A parte de la imitación, las personas también podían cantar, bailar o hacer reír a todo el Perú. Cabe indicar que el ganador era quien obtenía la admiración del público asistente. Con el pasar del tiempo, esta sección del programa ha sido parodiada por los famosos cómicos ambulantes.