Los fuertes vientos huracanados sorprendieron a los ciudadanos en Tingo María. Los árboles se caían y los techos de calamina salían volando por el aire hasta terminar en medio de las calles.
A los pocos minutos de registrado este fenómeno climático, una torrencial lluvia inundó varios sectores de la ciudad, por lo que, para evitar corto circuitos, el fluido eléctrico fue suspendido.
La lluvia duro más de una hora, tiempo más que suficiente para dejar varias casas damnificadas. En tanto, Defensa Civil continúa monitoreando las zonas afectadas para brindar la ayuda necesaria.
NOSOCOMIO AFECTADO
También en Pucallpa se registró una torrencial precipitación que convirtió las calles en ríos, mientras que el centro de salud José Olaya quedó totalmente afectado por la filtración del agua.
El personal de salud tuvo que suspender la atención al público para dedicarse a limpiar el establecimiento de salud y proteger los equipos médicos. Personal del nosocomio pidió mayor atención de sus autoridades ya que siempre que se registra fuertes lluvias toda la posta se inunda, perjudicando a los pacientes.