El oleaje anómalo ocurrido en la víspera en todo nuestro litoral, tras la erupción de un volcán submarino en la isla de Tonga, hizo que el mar se saliera en la ciudad de Chancay, preocupando a todos los residentes, excepto a unos novios y sus invitados que celebraban el matrimonio en la orilla de una playa.
El fuerte oleaje llamó la atención de los participantes pero temerariamente no se movieron del lugar, la pareja y los invitados, esperaron que las olas se calmen un poco para darse el "sí", al final todos los asistentes a la ceremonia terminaron empapados, bailando, cantando y disfrutando del mar.
Esposos disfrutan de su luna de miel
La fuerza de las aguas hizo que la decoración de la boda se echara, los asistentes incluso pensaron en varios momentos que el matrimonio se suspendería, ya que muchos se asustaron por la salida del mar, pero al final todo no pasó de un anécdota y hoy los felices esposos disfrutan de su luna de miel y con el recuerdo de su accidentada boda.