Desde la llegada de la pandemia del coronavirus, la comunicación ha dejado de ser directa para producirse a través de dispositivos tecnológicos. El confinamiento ha generado que decenas de personas encuentren una modalidad de trabajo, estudio, compañía o distracción en equipos electrónicos. El problema, en especial con los niños, es que el uso excesivo, y sin control de estos dispositivos, hace mella en sus habilidades sociales y los expone a disminuir sus capacidades de interrelación social.
Según especialistas de EsSalud, el común denominador de la comunicación, con distanciamiento físico, se da a través del uso de dispositivos móviles como celulares, laptops, tabletas, entre otros, que a diario hay conexión a través de ellos.
Los especialistas explicaron que los niños se vuelven poco sociables porque están todo el tiempo jugando o conversando a través de aparatos con otros niños, aparentemente, en una relación social falsa, entonces se va perdiendo capacidades en el manejo de la interrelación social. Además, adviertieron que la tristeza, irritabilidad, cólera o impaciencia con la familia, pueden ser señales de alarma.
El servicio de Psicología del hospital Sabogal puede recibir, por cada terapeuta, 240 pacientes por mes, de los cuales 150 son niños. En el caso de menores de edad, del 60 a 70% registra problemas con el uso excesivo de tecnología, según refieren sus padres.
Pero el uso excesivo de la tecnología no solo afecta a los más pequeños. En el caso de adultos, entre los 20 y 40 años, el mal manejo de los celulares los ha llevado muchas veces a desarrollar adicciones, pues compromete el aspecto neurosicológico; es decir, el cerebro produce determinadas sustancias bioquímicas, como la oxitocina, lo cual nos lleva a sentir una suerte de placer al hacer uso de estos aparatos, razón por la que luego ya no podemos dejarlos.
La comunicación personal física y la interrelación entre los miembros de la familia es cada vez menos frecuente en el contexto de la pandemia por la Covid-19. En estos tiempos, donde las personas suelen desarrollar grados elevados de estrés y ansiedad, el uso excesivo de los dispositivos móviles agrava la situación, pues disminuyen las habilidades sociales tanto en niños como en adultos.
En la población adulto mayor la soledad y abandono generan incompatibilidad con la tecnología. Al no tener quien los ayude a entender el manejo de los dispositivos electrónicos, estos terminan siendo representando un obstáculo y generando frustración.
