El disparo de contagios por coronavirus en Reino Unido ha obligado al gobierno inglés a entrar nuevamente en un confinamiento estricto que se hará efectivo en Londres y algunas zonas del sureste de Inglaterra desde este miércoles 16 de diciembre.
Además, según el ministro de Sanidad, Matt Hancock, no solo el aumento de contagios ha obligado a un nuevo confinamiento, sino que se ha detectado una variante del virus que podría facilitar aún más la propagación de la enfermedad, aunque no se ha visto que los síntomas se agraven o que las vacunas no puedan frenar esta variante del COVID-19.
Con esta medida, bares, restaurantes y pubs volverán a cerrar y solo se permitirá el servicio delivery para compra de comida. Los eventos futbolísticos nuevamente se realizarán sin público y las tiendas permanecerán abiertas, pero bajo estrictas medidas. En tanto, las reuniones en espacios interiores quedarán prohibidos desde este miércoles y los colegios han adelantado sus vacaciones.