En Trujillo nuevamente las personas duermen en la calle y hacen largas filas, hasta por hasta cuatro días para poder recargar sus balones de oxígeno y así intentar salvar la vida de sus parientes infectados con el peligroso coronavirus.
En la urbanización Huerta Grande, cada día llegan cientos de personas para poder adquirir el oxígeno que representa la posibilidad que sus parientes sigan viviendo. La recarga puede llegar a costar S./ 15 el metro cubico.
Ante la gran demanda de oxígeno, se generan aglomeraciones en el local lo que podría aumentar las posibilidades de contagios, incluso varias personas dejaron sus balones en la cola, como símbolo de su ubicación. Ellos aseguran que han llegado al lugar, ya que en otros puntos de venta se está agotando el oxígeno y muchos han aprovechado en establecer exorbitantes precios.