Las clases escolares presenciales se paralizaron en todo el Perú hasta nuevo aviso durante el año 2020, como parte de una serie de medidas extraordinarias establecidas por el Ejecutivo para frenar la expansión del peligroso COVID-19, que ya cobra la vida de 1344 personas y afecta la de 47.372 en nuestro país.
Tras el estado de emergencia nacional, en el que los ciudadanos deben cumplir con el aislamiento social obligatorio y respetar la cuarentena y el toque de queda impuesto por el Estado, 10 mil trabajadores que se dedicaban a realizar movilidad escolar a nivel nacional han quedado sin empleo en medio de la pandemia.
Los trabajadores solicitan al Ministerio de Transportes y Comunicaciones autorizar el cambio de rubro, para poder prestar otros servicios, como trasladar al personal que labora en los servicios esenciales o distribuir productos de primera necesidad, lo que significaría el único salvavidas para subsistir y reinventarse durante la crisis económica que golpea fuertemente los bolsillos de la mayoría de los peruanos.
