Los ciudadanos del sur de California están preocupados porque el terremoto de 6.4 grados sea el inicio de una catástrofe mayor. El sismo fue el más fuerte en más de 20 años y afectó más a las ciudades de Ridgecrest y Trona.
Las cámaras registraron el pánico de la gente, la caída de objetos en los supermercados y en las casas. Las zonas más afectadas se encuentran en estado de emergencia. Hasta el momento se han registrado 200 réplicas que se han sentido en el territorio estadounidense, la última de 5.4 grados.
El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que otro terremoto podría afectar el estado la siguiente semana. California se encuentra en una zona de alta actividad sísmica atravesada, entre otras, por la falla de San Andrés, la más peligrosa del mundo.