Una de las ciudades más importantes de la selva tropical de Brasil se ha convertido en un enorme cementerio a donde llegan las cientos de víctimas de la peligrosa variante brasileña de COVID-19 que ha dejado al estado amazónico colapsado por completo.
Para la exministra de Salud, Patricia García, la variante brasileña ha demostrado en Manaos que las personas que ya infectaron, como en la selva peruana, pueden contagiarse nuevamente.
Además, la exministra indicó que no debemos descuidarnos de otras variantes igual de peligrosas como la sudafricana.