El peligroso COVID-19 se transmite de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala, por lo que la mayoría de la ciudadanía le atemoriza la idea de visitar al odontólogo en medio de la pandemia y en pleno estado de emergencia nacional.
Los consultorios privados y clínicas dentales en nuestro país se han paralizado, han cerrado sus puertas debido a la crisis sanitaria, para reiniciar sus actividades deberán contar con estrictos protocolos de limpieza y bioseguridad según el Ministerio de Salud.
Los pacientes tendrán que guardar distancia hasta ser atendidos por el dentista, quien usará un traje especial. La medida de temperatura, desinfección con alcohol en gel y agua y lejía también serán medidas necesarias al ingreso de cada centro dental. Solo se atendrán consultas que sean urgentes como ortodoncias, infecciones y endodoncias lo que reducirá en un 80% la afluencia de pacientes quienes tendrán que pagar un precio más elevado por las consultas debido a los equipos de seguridad incorporados.