La “Dismorfia de Snapchat” es el fenómeno por el que muchas mujeres se someten a cirugías y no es una enfermedad formal sino un fenómeno en auge acuñado por un cirujano plástico que preocupa a los trabajadores del sector de la salud mental. Cabe indicar que hacerse procedimientos cosméticos parece ser cada vez más habitual pero por otro lado, el uso de redes sociales parece tener un impacto negativo sobre la autoestima de muchas personas que de acuerdo a un estudio de 2015 de la Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido, el 27% de los adolescentes que utilizan la redes sociales durante más de 3 horas al día tienen síntomas de problemas de salud mental. La combinación de estos factores puede quizás explicar la aparición de la “Dismorfia de Snapchat”, un término que fue acuñado por el doctor Tijion Esho, quien tiene varias clínicas de cosmética en Reino Unido.
No se trata de una enfermedad formal, sino de un fenómeno que preocupa a los trabajadores del sector de la salud mental, así como a algunos cirujanos estéticos. Es un fenómeno que se presenta a consecuencia de las redes sociales, donde muchas personas aparentan una perfección en sus rostros por el uso de filtros, maquillaje, cirugías u otras técnicas.
Muchos jóvenes al ver sus rostros “retocados” por los filtros del Snapchat, quieren parecerse a esa imagen digital que les elimina ciertas imperfecciones y acuden al cirujano plástico para someterse a mejoramientos estéticos poniendo en riesgo muchas veces su propia salud.