La propuesta de introducir la pena de muerte para delitos graves, planteada por los congresistas Wilson Soto de Acción Popular y Jorge Montoya de Honor y Democracia, ha generado una serie de reacciones, especialmente en el ámbito parlamentario.
Según la iniciativa legislativa, la pena de muerte se aplicaría a delincuentes que cometan crímenes como la extorsión y sicariato, entre otros delitos graves incluidos en el proyecto de “terrorismo urbano”.
El legislador Soto afirmó que “la gran mayoría de peruanos está de acuerdo con esta iniciativa legislativa” que propone la pena de muerte para quienes cometan estos delitos. De manera similar, el congresista Montoya expresó que esta medida es el camino para desvincularse de la Corte IDH para “recuperar la soberanía jurídica” del país.
EN DESACUERDO
Por otro lado, el congresista Diego Bazán también se pronunció sobre la propuesta, argumentando que no es factible debido a los tratados internacionales que ha firmado Perú. “(No se puede salir de la Corte Interamericana de Derechos Humanos). Técnicamente, es imposible plantear la pena de muerte; lo demás es populismo”, afirmó.
La legisladora Maricarmen Alva también criticó la iniciativa, subrayando que en Perú no se puede aplicar la pena de muerte y calificando la propuesta de “populismo barato”. “En ningún país donde se aplica la pena de muerte se garantiza resultados. Es populismo barato, y no estoy de acuerdo con la pena de muerte”, señaló.