Durante el debate de hoy, en el pleno del Congreso, la ahora suspendida parlamentaria María Cordero Jon Tay pidió entre lágrimas a sus colegas que tengan un “voto de conciencia” al momento de tomar una decisión sobre el informe final que plantea inhabilitarla por 10 años de la función pública por un presunto recorte de sueldo a sus trabajadores.
“Estimado presidente, estimados colegas congresistas, en estos días me he visto en la obligación de incumplir mi descanso médico, cuestionado por algunos, para poder afrontar de manera presencial un segundo proceso que busca nuevamente, queridos hermanos, una suspensión con mi persona. Presidente, ya me sancionaron con la mayor sanción, 120 días, 4 meses, estoy suspendida de mis funciones por los mismos hechos. Pero esta vez, se busca desaforarme, suspenderme indefinidamente, vulnerando mis derechos fundamentales y el debido procedimiento. Yo represento a una región, he sido elegida democráticamente, pero también soy hija, hermana y familia (se quiebra), sufren conmigo por todo este proceso. A pesar de todo esto, presidente, me hago presente y pido a mis colegas un voto de conciencia porque injusticia extrema no es derecho, la injusticia extrema no es humanitaria, la justicia yo creo que debe ser el mejor valor de cada uno de ustedes, un voto de conciencia porque todos somos iguales”, señaló la parlamentaria, agregando que, como cualquier ciudadano, tiene derecho a la presunción de inocencia.
INFORME FINAL
La Comisión Permanente aprobó el informe final de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, donde se recomienda acusar a la legisladora por el presunto delito de concusión y se plantea la posibilidad de suspenderla durante la investigación.
Como bien se recuerda, Punto Final expuso una serie de audios que evidenciarían que la legisladora recortó el sueldo de uno de los trabajadores de su despacho. El exasesor denunció que la funcionaria le exigió hasta el 50% de su remuneración.