Manuel Merino de Lama, quien ocupó la presidencia de la República de manera interina, mantiene un trabajador en el Congreso que está a su servicio y cuyo sueldo es cubierto por el poder legislativo. Este es un beneficio que es comúnmente otorgado a todos los ex presidentes, sin embargo, en el caso de Merino de Lama, se ha cuestionado su legitimidad debido a la brevedad de su mandato.
Merino estuvo solo seis días en el poder, pero considera que eso es suficiente para acceder a todos los beneficios de un expresidente de la República. Sin embargo, no goza de pensión vitalicia ni de los 150 galones de gasolina que normalmente se otorgan a los exmandatarios.
El trabajador contratado es Norfolk Gamarra Osco, quien anteriormente trabajó como coordinador de Merino de Lama en su despacho congresal. Gamarra Osco ingresó a trabajar al Parlamento desde abril del año pasado cuando la presidenta del Congreso era María del Carmen Alva y ha estado recibiendo un sueldo de 3764 soles. Hasta el momento, ha cobrado 66 mil 600 soles.
CONTRATACIÓN NO ES ILEGAL
Esta contratación se mantuvo bajo la gestión de José Williams en la presidencia de la Mesa Directiva y ahora con Alejandro Soto. Según el exoficial mayor del Congreso José Cevasco, la contratación no es ilegal pero de todas maneras tiene que haber sido autorizada por la Mesa Directiva.