Nuevamente la política peruana ha sufrido un remezón tras darse a conocer la decisión del gobierno uruguayo de no otorgarle asilo al expresidente Alan García, quien permanecía un poco más de dos semanas al interior de la residencia del embajador de Uruguay en Lima.
Ante esta situación, el excanciller peruano Eduardo Ferrero, saludó la decisión adoptada por el presidente Tabaré Vásquez. “Es un mensaje también al resto de países de la región y se enmarca dentro de la lucha del hemisferio contra la corrupción y en favor de que todos sean investigados”, señaló.
Además, destacaría que con esta medida, se confirma que en el Perú “no hay persecución política y que hay una clara independencia de poderes”.
Por otro lado, Carlos Barro, embajador de Uruguay en Perú, informaría que el exmandatario había abandonado la residencia durante la mañana. Posteriormente se daría a conocer que él llegó a la casa de una de sus hijas en Barranco, pero antes de las 11 de la mañana terminaría ingresando a su vivienda de Miraflores y sin dar declaraciones a la prensa.