Tras la denuncia de la Contraloría de que ocho oficiales habrían comprado alimentos malogrados para el personal destacado en la zona narcosenderista, en el 2009 y 2010, el exministro de Defensa, Ántero Flores-Áraoz, pidió que caiga todo el peso de la ley sobre los responsables.
Por su parte, el especialista en temas de narcotráfico, Rubén Vargas, advirtió que en Satipo (Junín) un grupo de agentes habrían vendido combustible de los helicópteros a grifos clandestinos, apoyando así al terrorismo.