En Cañete, un nuevo episodio de oleajes anómalos sorprendió a comerciantes y vecinos del distrito de Chilca. La furia del mar causó serios estragos en las playas Yaya y San Pedro, dejando a su paso daños materiales y pérdidas para decenas de familias que dependen del turismo y la venta de alimentos.
Al menos 15 establecimientos, entre restaurantes y quioscos construidos en su mayoría con madera y tripley, no resistieron el embate de las olas. Las estructuras fueron arrasadas por el agua, que incluso llegó a ingresar varios metros tierra adentro, alcanzando la pista carrozable ubicada detrás de los negocios.
"Anoche la naturaleza se desató, el mar avanzó unos 80 metros y destrozó los kioscos. Varios negocios han perdido todo", relató uno de los comerciantes afectados. Muchos emprendedores trataban de recuperar lo poco que quedaba entre los escombros, mientras que otros solo observaban impotentes los daños.
TRABAJOS CON MAQUINARIA
Maquinaria pesada de la Municipalidad Distrital de Chilca fue enviada a la zona para atender la emergencia y realizar labores de limpieza. Sin embargo, los afectados esperan ahora apoyo concreto para reconstruir sus negocios y proteger la zona ante futuros oleajes anómalos.