En la ciudad de Cajamarca, dos delincuentes fueron severamente castigados por ronderos de una comunidad, luego de haber asaltado a una mujer, a quien le arrebataron 200 soles en efectivo que llevaba consigo.
Fue la misma víctima quien tras el robo dio aviso a las rondas campesinas y tras un operativo por la zona, lograron capturar a los facinerosos, quienes fueron sometidos a múltiples latigazos.
Después de haber sufrido en carne propia la denominada "justicia popular", los criminales devolvieron el dinero a la agraviada y se comprometieron ante las rondas campesinas a nunca más volver a delinquir.