Al interior del país muchas personas continúan realizando sus actividades con normalidad desacatando el estado de emergencia nacional decretado por el presidente de la República, Martín Vicarra para frenar la propagación del COVID-19. Los ciudadanos se han dedicado hacer caso omiso a la orden de aislamiento social obligatorio y el toque de queda. De manera irresponsable ponen en peligro su vida y la de los suyos al salir a las calles e ignorar el riesgo al que se exponen.
En Cusco, cinco hombres fueron obligados a realizar ejercicios en medio de una losa deportiva, donde momentos antes habían estado jugando un partido de fulbito, burlando las medidas extraordinarias anunciadas por el Ejecutivo para combatir la expansión del coronavirus, que hoy cobra la vida de 5 personas.
En Trujillo, en pleno estado de emergencia algunos vecinos salen a los parques a pasear a sus mascotas, hacer rutinas de ejercicio al aire libre y hasta a regar las plantas sin ningún tipo de protección. No cumplen con las medidas anunciadas por el presidente de la República para garantizar la protección de todos los peruanos.
En Huacho, un grupo de sujetos que fue intervenido y luego trasladados a la comisaria por incumplir el toque de queda, les tocó cantar el Himno Nacional.
En Ica, algunas personas del caserío Santa Bárbara, del distrito de la Tinguiña, decidieron aprovechar de "los días libres" para realizar una procesión religiosa con todos los vecinos y recorrer con la imagen de San José Obrero las calles del distrito.
En Iquitos, la Policía Nacional del Perú impuso la ley y obligó a varios jóvenes a realizar polichinelas como castigo por estar en la calle de noche durante el toque de queda.
En Tumbes, un numeroso grupo de personas, entre adultos y menores de edad, fue intervenido al ser descubierto disfrutando tranquilamente del sol en la playa mientras el país y el mundo atraviesa una emergencia sanitaria.