Recientes imágenes capadas por las cámaras de vigilancia muestran los pasos de Carla Valpeoz, la turista estadounidense que hace dos semanas desapareció en Cusco y que ahora es buscada intensamente por su familia.
Era la mañana del 12 de diciembre y la mujer de 35 años se retiraba del complejo arqueológico de Pisac tras hacer un recorrido de aproximadamente media hora. Desde ese momento nadie la volvió a ver y hasta hoy su paradero es un completo misterio, sin embargo, el padre de la turista no pierde las esperanzas de encontrarla.
Pero este no es el único caso de turistas que llegaron al perú y desaparecieron sin dejar rastro. El padre de Jesse Galganov ofreció medio millón de dólares por información que ayude a ubicar a su hijo, un joven canadiense que desapareció en Áncash hace un año mientras visitaba la quebrada Santa Cruz, en la provincia de Huaylas. Aunque no sabe nada de su hijo desde octubre del 2017, aún cree es que posible encontrar al turista de 23 años.
Hace solo cinco días otra joven se extravió. Luna Ángela Carmelino Caituiro desapareció cuando se dirigía a la laguna de Can Can, en la provincia de Calca. A pesar de que se han organizado grupos de búsqueda, familiares y amigos han recorrido la zona más de una vez sin éxito.
Estos casos nos hacen recordar a Nathaly Salazar Ayala, la turista española de origen ecuatoriano que desapareció en el Cusco el 2 de enero de este año y que luego se descubriría que falleció tras una aparente negligencia de un servicio turístico. Ha pasado casi un año desde que esto sucedió y hasta el momento nadie ha encontrado el cuerpo de la turista que habría sido arrojado al río Vilcanota.
