Con pancartas, panderetas y un mensaje claro “Maranguita no va”, autoridades y vecinos del distrito de San Antonio de Cañete se movilizaron hasta la sede del Ministerio de Justicia, en Miraflores, para rechazar la construcción de un nuevo centro juvenil de rehabilitación en su localidad. La protesta se dio en paralelo a una reunión programada por el sector para debatir el proyecto con alcaldes de la zona.
El alcalde provincial de Cañete, José Tomás Alcántara, fue enfático en señalar que la población nunca fue informada sobre la obra ni se evaluaron los posibles impactos negativos. “Tenemos un solo criterio: que se reubique este proyecto. A Cañete nadie le comunicó nada”, señaló. Además, los manifestantes reclamaron que el presupuesto destinado al centro juvenil podría ser usado para obras prioritarias como hospitales o escuelas.
Los vecinos temen que la presencia de este establecimiento afecte directamente el desarrollo turístico y económico de la zona, que depende en gran parte del emprendimiento local. “Esta actitud unilateral del Ministerio va a impactar negativamente en la vida diaria del distrito”, advirtió una de las vecinas presentes. También recordaron la reciente fuga de seis internos ocurrida el 2 de mayo como una señal de riesgo inminente.
MESA DE DIÁLOGO
Pese al rechazo, las autoridades del Ejecutivo han abierto la puerta al diálogo. El viceministro de Justicia, Juan Alcántara, lideró la mesa con representantes de San Antonio, Santa Cruz de Flores, Mala, Chilca y Calango. A través de redes sociales, se anunció que se realizarán reuniones técnicas ampliadas para evaluar en profundidad los criterios del proyecto y las preocupaciones de la ciudadanía.
