En la tradicional bajada de Agua Dulce, en el distrito de Chorrillos, los vecinos han expresado su preocupación ante la construcción de un edificio de 19 pisos en una zona donde las edificaciones no superan los ocho niveles. La principal inquietud radica en el posible riesgo para las viviendas aledañas y en el impacto visual y ambiental que tendría una torre de esa magnitud frente al mar.
Polémica por proyectos de vivienda “social” con vista al mar
Pese a que el proyecto ha sido presentado como una iniciativa de vivienda de interés social, la elegancia de los departamentos y su privilegiada vista al mar generan dudas sobre el verdadero objetivo del desarrollo inmobiliario. Actualmente, Chorrillos cuenta con 10 edificios de este tipo, pero autoridades locales evalúan establecer una ordenanza específica para regular este tipo de construcciones en zonas costeras.
Según la arquitecta Tatiana Solís, subgerente de obras privadas y control urbano del distrito, al tratarse de una obra de más de cinco pisos, requiere la aprobación del Colegio de Arquitectos, del Colegio de Ingenieros y del municipio. Este procedimiento está regulado por la Ordenanza 2631, emitida durante la gestión del exalcalde de Lima Jorge Muñoz, que permite mayores alturas según una fórmula técnica vinculada a proyectos de interés social.
Desde la Municipalidad de Chorrillos se recordó que el área en cuestión es una vía clave de evacuación hacia la Costa Verde, lo que agrava las preocupaciones vecinales sobre seguridad y tránsito. Si bien los estudios geotécnicos afirman que no habría peligro estructural, los vecinos piden mayor transparencia y participación ciudadana en la evaluación de este tipo de proyectos.