La trágica muerte de Sheyla Cóndor ha desatado fuertes críticas hacia la Policía Nacional del Perú (PNP), debido a presuntas omisiones y posibles actos de encubrimiento. Según la madre de la víctima, Elsa Torres, cuando intentó denunciar la desaparición de su hija, un agente de la comisaría de Comas habría evitado incluir el nombre de Darwin Condori, principal sospechoso, alegando que no se podía acusar sin pruebas. “Si aparece mañana, te pueden denunciar por calumnia”, habría sido la respuesta del oficial, pese a que Elsa aseguró contar con evidencias.
El sábado 16, la situación se complicó aún más cuando las cámaras de seguridad del edificio donde vivía Darwin Condori mostraron imágenes de él con Sheyla, lo que reforzaba su vinculación con el caso. A pesar de esto, no se actuó con la prontitud necesaria, según la familia de la víctima. Además, se reporta que Condori habría entregado su arma al propietario de un auto alquilado para garantizar un pago, dejando pruebas que implicaban su posible participación en el crimen.
En medio de estos hallazgos, el cuerpo de Darwin Condori fue retirado de la morgue de Lima por sus familiares, quienes intentaron evadir a la prensa. El féretro fue trasladado a provincia, lo que ha generado preguntas sobre la rapidez y manejo de las diligencias. Paralelamente, el jefe de la División de Homicidios de la PNP, coronel Ricardo Espinoza, señaló posibles irregularidades en el manejo de la escena del crimen, admitiendo que el protocolo establecido podría no haberse respetado.
INSPECTORÍA EN LA MIRA
Por su parte, el general Carlos Tuse, exdirector de investigaciones de la Inspectoría de la PNP, criticó la falta de preparación de ciertas unidades policiales, mencionando que la reorganización interna de la institución ha dejado vacíos importantes. Mientras las investigaciones continúan, este caso pone en evidencia serias fallas en el sistema policial, dejando a la familia de Sheyla Cóndor y a la opinión pública exigiendo justicia y transparencia.
