Han pasado sólo unos días desde que el Gobierno dispuso que, para ingresar a lugares cerrados, se debe presentar obligatoriamente el carné de vacunación contra el COVID-19 y ya se está comercializando el carnet falsificado.
Desde 30 soles hasta 80 soles es la tarifa que han puesto estos falsificadores que incluso ofrecen garantía por su ilegal trabajo.
Son ellos mismos quienes detallaron que cada vez hay más demanda de los ciudadanos que no se han vacunado, por sacarle la vuelta a la norma, jugando así con la salud pública y peor aún, con la de su entorno más cercano.
Comercializar documentos falsos es un delito, pero traficar poniendo en riesgo la salud e incluso la vida de la ciudadanía, no tiene nombre.