Mientras el país se desangraba, Abimael Guzmán se refugiaba en una acomodada vivienda en Surquillo, lugar donde finalmente fue detenido.
La Operación Victoria se inició bajo la conducción de Benedicto Jiménez y Marco Miyashiro.
“Tenemos al Cachetón, tenemos al Cachetón...”, "positivo para el Cachetón...", fue una de las frases más recordadas de aquel operativo.