La noche del 16 de julio de 1992 Sendero Luminoso hizo estallar dos coche bomba cargados con 500 kilos de dinamita en la calle Tarata en Miraflores.
El atentado dejo como saldo 25 muertos y 155 heridos. Angélica Jiménez, gestante de 5 meses en ese entonces que se encontraba con su niño de 2 años en su departamento recibió la noticia de la muerte de Abimael Guzmán y se pronuncia.
“Lo que hemos tenido que vivir, soportar todo el proceso de la recuperación, las cirugías, a mi niño le dañaron el cerebro con la explosión y hasta ahora lloró” indicó Angélica.