Un hombre dormía plácidamente en la vía pública, pensó estar en su cama, pero los trabajadores recolectores de basura lo despertaron del sueño más profundo que pudo haber tenido. Los segundos se hacían minutos y los minutos se hacían horas, el hombre estaba dispuesto a seguir durmiendo entre la basura, como si del mejor colchón se tratara. Es evidente que recibió el año nuevo con una copitas demás.
Una vez en el parque, se volvió a quedar dormido, los vecinos y serenos del distrito de Ate acudieron en su ayuda para evitar que le roben sus pertenencias. El hombre finalmente fue apoyado por el personal de Serenazgo de Ate para enviarlo a su casa.